“Casa Relámpago” es el nombre perfecto para la sede de la segunda edición del Festival Elpatrón Records. No solo porque la casa parece que la hubiera partido un rayo por la mitad, sino por la descarga eléctrica que presenciamos allí este fin de semana. Las bandas tocaban desde un cuarto cubierto de graffiti con una ventana que daba hacia al público, generando la sensación de que éramos observadores de algo íntimo y especial que se estaba llevando acabo adentro. Y fue entonces que me di cuenta de las virtudes de la casa. Al igual que los espacios imperfectos donde comenzaron las bandas de la escena neoyorquina de finales de los 70, Casa Relámpago sirvió como un lienzo en blanco cuyos defectos retrocedían a un segundo plano a la medida que cada banda se tomaba el espacio y lo transformaba en algo propio. Y de todos modos, la cerveza estaba fría y abundante.
DÍA 1
RABBIT LEG
El festival empezó con un talismán de buena suerte gracias a la banda de rock alternativo, Rabbit Leg. El público estaba apenas llegando y acomodándose, pero la banda lo aprovechó al máximo con un set lleno de energía. Sus canciones en inglés recuerdan al primer disco de Arctic Monkeys combinado con algo de Nevermind por su sonido crudo, las power chords en la guitarra y lineas de bajo fuertes y pegajosas a cargo de Mila. Gerard, el cantante y guitarrista, llevaba sus influencias en el pecho con una camiseta de Sub Pop, sello discográfico conocido por firmar a Nirvana. Los tres irradian energía positiva, especialmente Manu, el baterista. Pocas veces he visto una banda divertirse tanto en el escenario, y fue contagioso. Me recordaron la emoción por la que uno inicia en este mundo de la música.
FERAL
Después de una pausa extensa, Feral le dio un giro contemplativo y profundo a la noche, regalándonos su primera presentación oficial como banda. Su folk experimental hecho con bajo, guitarras, y dos computadores llenó la casa como una neblina sonora, de la cual la voz y los arpeggios en guitarra acústica de Dani Elisa se destacaron especialmente. Tocaron un cover de Devendra Banhart y durante todo el set se sintió fuertemente la influencia de Radiohead. No me sorprendería que el nombre de la banda haya sido inspirado en “Feral”, la pista más experimental y densa de King of Limbs. Aunque el público parecía pasmado durante el show, muchos sentados y boquiabiertos, al terminar le entregaron a Feral uno de los aplausos más largos y fuertes del festival.
Es increíble como cada subgénero del rock tiene su propio sonido, sus características particulares que se convierten en un lenguaje único pero inconfundible. Y la siguiente banda, Les Lourdes, habla el idioma del post-punk como verdaderos nativos. Enfriaron el ambiente con su voz oscura, letras dolorosamente honestas, guitarra y bajo implacables sobre un beat bailable. Los temas más destacados fueron un cover muy fiel de “A Forest” de The Cure y “Cuando Sigues Recordando”, una canción propia con los mejores elementos del estilo. A Orlando, el cantante, le han preguntado antes si es estudioso de Joy Division, pero su verdadera influencia es la banda francesa, Asylum Party, que nos recomendó mucho. Cuando le pregunté por el nombre de su banda, dijo que estaban pensando acerca de lo más gótico que hay en Bogotá: La iglesia de Lourdes. “Y le pusimos el ‘les’ para que suene francés”, dijo Orlando.
LOS SIDS
Bajé un momento y cuando volví a entrar a Casa Relámpago me estrellé contra una pared de ruido. Era señal que estaban comenzando Los Sids, la banda que más puso a prueba los equipos de sonido de Bombay Records. Y yo diría que pasaron la prueba. Los Sids son un power trio joven influenciado principalmente por el sonido de los inicios de Pink Floyd, aunque también me recordaron a un Cream más crudo y punkero. Proyectaron unos visuales psicodélicos directamente sobre la banda y llenaron a todo el lugar con su energía, demostrando lo que un buen grupo puede hacer con un espacio como Casa Relámpago. Usualmente las bandas que tocan jams largos me aburren, pero Los Sids me cautivaron de principio a fin. Sentí algo de la emoción que pudieron llegar a sentir las primeras audiencias del joven grupo a cargo de Syd Barrett, cuando todo era muy raro y muy nuevo. Los tres integrantes de Los Sids tienen un absoluto dominio de sus instrumentos, y se nota que se la pasan tocando todo el día. Dejaron al público pidiendo otra al final y no decepcionaron, sacando un jam demente que incluía partes de “The National Anthem” de Radiohead y de un corte de The Piper at the Gates at Dawn. Al final Sebastián, el bajista, me contó con una sonrisa que los otros dos integrantes de la banda estudian música, pero que él es geólogo. Al principio eso no tenía ningún sentido, pero luego entendí que tenía demasiado. Se necesita un científico de la tierra para convertir terremotos y erupciones volcánicas en canciones, como lo hacen Los Sids. Definitivamente una banda para no perderse, y estoy muy agradecido con Elpatrón Records por la oportunidad de oírlos.
VIRAL INVASIVO
Viral Invasivo fue la última banda de la noche, y desde que entraron a Casa Relámpago con botellas en mano, contagiaron al espacio de su energía oscura y rockera. Su sonido combina elementos de punk, grunge, y hasta metal para generar una combustión que duele un poco, pero al mismo tiempo no quieres dejar de oír. Ximena, la cantante, tiene la presencia de una fiera salvaje en el escenario, y creo que nos enseñó a todos un poco sobre la catarsis que ocurre en vivo. Esa libertad que tiene se debe en gran parte a una banda solida como una locomotora, especialmente la sección rítmica, que no pela ni una.
Fue una noche larga pero buena, y aunque salí sordo y con dolor de cabeza, era un dolor de cabeza satisfactorio. Vi en vivo a 5 bandas muy buenas, en un espacio que además me permitió acercarme y hablar con ellos. De eso se trata ElPatrón Records, pensé al entrar a mi casa, cansado pero con ganas de repetirlo al día siguiente.
Reseña y fotos: Gabe Silva.
No comments:
Post a Comment